En mayo de cada año, accionistas de Royal Dutch Shell se reunen en Scheveningen (La Haya) para su Reunión General Anual (o AGM, por sus siglas en inglés). La AGM es donde la empresa cumple con sus obligaciones legales: la aprobación del Informe Anual y el debate sobre los planes para el próximo año. Es donde Shell abiertamente decide continuar con su enfoque destructivo sin introducción de cambios.
En medio de una emergencia climática, lo último que necesitamos son accionistas de un gigante del petróleo discutiendo en una reunión cómo van a maximizar sus beneficios. Así que decimos: ¡Basta ya! ¡Que esta reunión de accionistas sea la última reunión que se lleve a cabo! ¡Que el 2020 sea el primer año sin la AGM de Shell!
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